domingo, 26 de febrero de 2012

Planeación y el ordenamiento territorial

Antecedentes sobre Planeación urbana en México
El
reconocimiento sobre la necesidad de organizar y/ordenar la ocupación y utilización del territorio ha estado presente en el hombre desde tiempos antiguos. Consideramos que de alguna u otra forma, siempre ha existido la necesidad de ordenar las actividades del hombre en el territorio. Durante siglos realizado de manera incipiente y/o empírica, sin embargo pero es hasta los albores del siglo XX donde se define el surgimiento de la disciplina urbanística con principios y normas de acuerdo a una sistematización racional dando lugar a la planeación urbana. Es en este periodo cuando de manera general se crean leyes y reglamentos para la planeación del territorio y los asentamientos humanos en gran parte de la geografía mundial. Para el caso mexicano, es a mediados del siglo XX, cuando surgen las primeras acciones de planeación para el desarrollo principalmente económico del país con la promulgación … y el establecimiento de…. ; y es, en 1976, cuando se incluyen en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos las reformas al artículo 27, lo relativo al ordenamiento de los asentamientos humanos, quedando así en el marco constitucional del país la necesidad de normar el uso del territorio de acuerdo a las necesidades de la sociedad y en congruencia con el medio natural:

“se dictarán las medidas necesarias para ordenar los asentamientos humanos y establecer adecuadas provisiones, usos, reservas y destinos de tierras, aguas y bosques, a efecto de ejecutar obras públicas y de planear y regular la fundación, conservación, mejoramiento y crecimiento de los centros de población; para preservar y restaurar el equilibrio ecológico; para el fraccionamiento de los latifundios; para disponer, en los términos de la ley reglamentaria, la organización y explotación colectiva de los ejidos y comunidades; para el desarrollo de la pequeña propiedad rural; para el fomento de la agricultura, de la ganadería, de la silvicultura y de las demás actividades económicas en el medio rural, y para evitar la destrucción de los elementos naturales y los daños que la propiedad pueda sufrir en perjuicio de la sociedad”.

Así en base a los lineamientos constitucionales y a la dinámica de planeación territorial en México, se promulga la Ley General de Asentamientos Humanos la cual propone como objetivo general racionalizar el ordenamiento y regulación de las localidades urbanas y rurales en todo el territorio nacional (Garza 2003:60) Esta ley primeramente establece la concurrencia de la Federación, de las entidades federativas y de los municipios, para la ordenación y regulación de los asentamientos humanos en el territorio nacional; en segundo lugar, fija las normas básicas para planear y regular el ordenamiento territorial de los asentamientos humanos y la fundación, conservación, mejoramiento y crecimiento de los centros de población; Así también busca definir los principios para determinar las provisiones, reservas, usos y destinos de áreas y predios que regulen la propiedad en los centros de población, y finalmente busca determinar las bases para la participación social en materia de asentamientos humanos.

Por otro lado, la creación de la Secretaria de Asentamientos Humanos y Obras Públicas SAHOP también en 1976, significó la institucionalización de la planificación territorial en el país. El principal objetivo de esta dependencia fue el de articular el sistema de planificación urbana nacional en los ámbitos interurbano e intraurbano, sin embargo, cabe señalar que debido a la falta de capacidades y especialistas en materia de planeación urbana, corruptelas, entre otros aspectos del sistema político mexicana su objetivo se cumplió escasamente (Garza 2003)

Es importante mencionar que Gustavo Garza, investigador del colegio de México en su libro “La Urbanización de México en el siglo XX” nos hace un recuento pertinente de las acciones que en materia de planeación urbana se han llevado a cabo en el país durante el siglo pasado y este autor reflexiona que durante la década de los 70 se logran grandes avances en aras de una institucionalización y una legislación más solida para la planeación urbana en el país, sin embargo en la década de los 80 por los avatares y crisis económica, las políticas territoriales pasaron a un segundo término.

Dentro de esta década podemos mencionar que se elaboraron diversos Planes y programas nacionales y regionales para el desarrollo, la aparición de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) en concordancia con la desaparición de la SAHOP. Desde la perspectiva jurídica, podemos mencionar las reformas a los artículos 25 y 26 de la constitución realizadas en 1983 permitieron promulgar una Ley de Planeación y finalmente la reforma al artículo 115 constitucional en el mismo año otorgó a los municipios nuevas atribuciones en materia de dotación de servicios públicos y planeación (Garza 2003:75)

Ya para la última década del siglo XX, otros estudiosos de la materia, como Iracheta Cenecorta , (2008) concluyen que durante los 90 el gobierno abdicó en sus funciones de planeación del territorio nacional y sus políticas urbano- regionales son de carácter virtual, esto es solo existen en apariencia, en el papel. Pues esto es evidente con la sustitución de la Sedue por la Secretaria de Desarrollo social (Sedesol) en 1992 y finalmente con la descentralización de la planeación urbana a nivel nacional y su encargo a los estados y municipios:
“Los municipios en los términos de las leyes federales y estatales relativas, estarán facultados para formular, aprobar y administra la zonificación y planes de desarrollo urbano municipal, participar en la creación y administración de sus reservas territoriales; controlar y vigilar la utilización del suelo en sus jurisdicciones territoriales”. (García López 2009: 54)

Como resultado, es importante mencionar que, hasta ahora en muchos municipios (sino es que en la mayoría y sobre todo en los de alta marginación) se carece de la experiencia y la capacidad técnica y/o profesional para llevar a cabo la planeación urbana (Hernández Bonilla 2009).


Así en la actualidad, la Secretaria de Desarrollo social, a pesar de contar con la dirección general para el desarrollo urbano quien se supone debe establecer estrategias y políticas para el desarrollo urbano a nivel nacional, ha jugado un rol cada vez menos importante en materia de ordenamiento urbano a pesar de acciones de apoyo a los centros urbanos. Más bien sus acciones son con enfoque social, con implicaciones territoriales y espaciales.

Planeación urbana en Veracruz:
La ley de General de Asentamientos Humano en su artículo 12 establece que la planeación y regulación del ordenamiento territorial de los asentamientos y del desarrollo urbano de los centros de población se llevaran a cabo a través de los planes y/o programas de desarrollo urbano a nivel, nacional, estatal, zonas conurbadas, a nivel municipal, a nivel centro de población y todos los derivados de ellos. Es a partir de aquí donde todos los niveles de gobierno de acuerdo a sus ámbitos territoriales se inmiscuyen en el ordenamiento y desarrollo urbano y territorial del país.

De acuerdo con Jiménez Dorantes (2005), los planes o programas de ordenación urbana prefigura y anticipan lo que, en el futuro, será el centro de población. Para este autor el “plan” es un programa de acciones y medidas hacia el futuro que, anticipándose a cambios y variaciones, pretenden alcanzar, de la forma más rápida, eficaz y racional, unos determinados fines. A nivel local, se determina hacia dónde va a crecer la ciudad, en qué porcentaje, cuáles serán las clases de suelo, entre muchos otros aspectos e indicadores que describiremos más adelante. Para logras los objetivos (la ordenación del suelo), el plan debe influir en múltiples aspectos: Como los derechos y deberes de los ciudadanos, clasificar el suelo, delimitar el contenido de derecho de la propiedad (Jiménez Dorantes 2005:62).

Para el caso del estado de Veracruz, es pertinente mencionar que las iniciativas de planeación para el desarrollo urbano comienzan después del surgimiento de la Ley General de Asentamientos Humanos de 1976 y así bajo la coordinación del Gobierno del Estado y la Dirección General de Asentamientos Humanos y Obras Públicas dependiente del gobierno federal, emergieron los primeros documentos de planeación para el desarrollo urbano e incluso rural , así en 1977 surge, el Plan estatal para el desarrollo urbano y rural del Estado de Veracruz . A la par se elabora el Sistema de información para el desarrollo urbano de centros de población (SIDDU) del Estado de Veracruz esto también desarrollado por la Dirección General de Centros de Población dependiente de la Secretaria de Asentamientos Humanos y Obras Públicas.

Durante los años ochenta comienzan a surgir iniciativas de planeación urbana para los principales centros de población por parte del gobierno estado como lo es el Plan de desarrollo urbano de Xalapa (1981), así como algunos planes y programas con un enfoque sectorial como el Plan parcial de revitalización del centro de Xalapa (1982), el plan desarrollo de Coatzacoalcos (1985) posteriormente sustituido por el de 1992) así también se empiezan a planificar de manera más integral las conurbaciones desarrolladas por los principales centros de población y sus municipios como lo serán Xalapa y Veracruz, reconociendo el surgimiento de zonas metropolitanas conurbadas, de tal manera que se elabora el Programa de Ordenamiento de la Zona Conurbada Veracruz, Boca del Río y Medellín (1985) el Programa de Ordenamiento de la Zona Conurbada de Banderilla, Coatepec, Xalapa, Rafael Lucio y Tlalnehuayocan (1989).

Para los 90, durante el gobierno del gobernador Patricio Chirinos Calero y bajo el auspicio de la Secretaria de Desarrollo Urbano del estado de Veracruz surgieron nuevos programas de ordenamiento urbano para las zonas conurbadas del Estado, así también se actualizaron algunos ya existentes, entre los que destacan el programa de ordenamiento para la zona conurbada entre los municipios de Xalapa, Banderilla, Coatepec, Emiliano Zapata y San Andrés Tlalnelhuayocan, de la misma manera se revisan y actualiza el programa de ordenamiento para la zona conurbada de Veracruz-Boca del Rio, Medellín y Alvarado (revisado en 1990 y actualizado en 1998), el de la zona conurbada de Córdoba, Fortín, Amatlán de los Reyes y Yanga(1998), programa de ordenamiento urbano para la zona conurbada Coatzacoalcos-Nanchital (1998), programa de ordenamiento urbano para la zona conurbada de Minatitlan-Cosoleacaque (1998) entre otros.

En los primeros años del s. XXI, se publican las actualizaciones de la mayoría de los programas bajo la coordinación de la Dirección General de Ordenamiento Urbano y Regional dentro del periodo del Gobernador Miguel Alemán Velasco. Durante este periodo se elaboran una buena cantidad de programas de ordenamiento urbano para los centros de población más importantes del estado de Veracruz otorgando a un número significativo de municipios con los instrumentos necesarios para dirigir de una mejor manera su crecimiento y desarrollo urbano. Estas acciones de planeación, resultaron un acierto para impulsar en materia de planeación urbana al estado de Veracruz y así también para dotar a los municipios desde el gobierno estatal con programas de planeación urbana que por sí solos, muchos municipios no hubiesen podido elaborar. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, considerando la vasta geografía veracruzana y el gran número de centros urbanos, la elaboración de programas para el desarrollo y ordenamiento urbano ha resultado ser una tarea compleja y con resultados insuficientes.

En la actualidad el órgano encargado de conducir los destinos de la planeación en el estado de Veracruz es el Instituto Veracruzano de Desarrollo Urbano y Vivienda (INVIVIENDA); este es un organismo público descentralizado del Gobierno Estatal, sectorizado a la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente, que tiene por objeto promover y ejecutar programas de desarrollo regional y urbano, de vivienda de interés social y popular, de suelo urbano para vivienda, comercio, turismo, industria y dotación de servicios públicos e infraestructura primaria. Uno de sus aciertos es la gestión de una nueva normatividad para el desarrollo urbano, regional y vivienda, la cual además de establecer los lineamientos para el desarrollo urbano, instituye la figura de perito especialista en desarrollo urbano quien dictamina y monitorea los proyectos de índole urbanística en todo el estado. En suma las intenciones son las de establecer nuevas estrategias y políticas para una planeación urbana en aras de un desarrollo urbano más pertinente.

En relación a todo este ejercicio de planeación urbano realizado en el estado de Veracruz podemos decir que los resultados han sido incipientes, pues a pesar de contar de más de 30 años de iniciativas de planeación para diversos centros urbanos, sino de todos de los más importantes (Xalapa, Veracruz, Coatzacoalcos), es evidente también que, al igual que los resultados observados en el resto del país, los planes y programas de ordenamiento y desarrollo urbano, han representado documentos que no han logrado impactar en un desarrollo urbano adecuado, pues las ciudades veracruzanas han crecido desordenadamente con una infraestructura urbana deficiente, vivienda de mala calidad e insuficiente, proliferación de asentamientos a los márgenes de la planeación, contaminación de cuerpos de agua y mantos acuíferos, deforestación de áreas boscosas, y aunado a esto problemas económicos y sociales. En suma, la discrecionalidad en la implementación de la planeación y el ordenamiento urbana, así como también el dominio de interés intereses político-económico sobre el interés colectivo y público, ha dado como resultado graves consecuencias en el deterioro de la calidad de vida urbana en la actualidad.